Los profesionales del golf en Madrid ante el COVID-19

El turismo es uno de los sectores más importantes de nuestro país. Sin embargo, el actual contexto COVID-19 obliga a establecer protocolos para que la reapertura de las instalaciones no aumente el riesgo de contagio comunitario, así como a establecer las medidas de protección necesarias para las personas trabajadoras en este sector. Por este motivo, la Secretaría de Estado de Turismo ha acordado con las Comunidades Autónomas coordinar un protocolo sanitario único frente a la COVID-19 para preparar la reapertura del sector turístico conforme se suavicen las medidas de confinamiento. Para la elaboración de este protocolo homogéneo que recoge los requisitos de cada subsector o actividad turística se ha contado con el Instituto para la Calidad Turística Española, que ha desarrollado esta herramienta para ayudar a los campos de golf a identificar y analizar los riesgos en su actividad, así como a implementar las mejores prácticas en el servicio, en sus instalaciones y con su personal para hacer frente al virus.

La Asociación de Profesionales de Gof (PGA) se ha reunido en una charla telemática promovida por Ignacio Guerras, presidente de la FGM, y David Pastor, presidente de la PGA de España, para analizar la situación del golf en la Comunidad de Madrid, y en especial las necesidades y dificultades del colectivo de profesionales, y a la que asistieron un nutrido grupo de profesionales.

La competición profesional y las clases de golf colectivas, que afecta a los profesionales de la Formación dedicados a la enseñanza, son dos de los grandes colectivos afectados de la industria del golf, junto a los clubes y otros factores de la industria, por causa de esta pandemia provocada por el COVID-19, y con los que se están trabajando intensamente desde ambos estamentos.

Potenciar y dinamizar el golf, tanto a nivel de competición como a nivel de enseñanza de golf, son dos de los objetivos más importantes en los que está trabajando la FGM, en colaboración con todos los entes e instituciones de la industria del golf, para dinamizar su actividad mediante la promoción de clases, formación sanitaria y la confección de un calendario de competiciones que ayude a recuperar la actividad del sector en cuanto lo permitan las autoridades sanitarias.

El campo elaborará, sobre la base de la realización del análisis de riesgos, un Plan de Contingencia que detallará las medidas concretas que va a adoptar para reducir los riesgos de contagio por COVID-19. Esta actividad preventiva se procurará realizar previa a la vuelta a la actividad. Por exigencia legal en el proceso de confección de la adaptación de la evaluación de riesgos y en los protocolos de seguridad y salud resultantes, deben ser consultados los delegados de prevención o los representantes de los trabajadores, pero sería conveniente que ese plan de contingencia fuera fruto del consenso entre la empresa y el comité de Salud y Seguridad (o el comité de gestión en su defecto).

El campo de golf debe asumir un compromiso firme con la gestión del riesgo, liderando la implementación sistemática de medidas dirigidas a minimizarlo. La gestión del riesgo debe formar parte de todos los procesos del establecimiento por ello, los distintos procesos deben estar coordinados entre sí.